La incapacidad de las cobijas para protegerme del frío, y la imposibilidad de las almohadas para haceme soñar, es lo que me hace estar hoy escribiendo.
Así como la ausencia del amigo cercano y el temor sobre su futuro es lo que me hace sobresaltarme hoy, lo dijo la mariposa ciertamente el ser joven no nos hace ser inmunes, a pesar de nuestro esfuerzo por creerlo y darlo por acentado. La juventud es únicamente un estado físico, un momento determinado, pero ni aún teniendo o queriendo creer que se tiene mucho tiempo por delante nos hace incapaces a sufrir quebrantos de salud que nos hace pensar que debimos haber apreciado más cada momento pasado, aún teniendo la certeza de que vamos a tener muchos muchos más.

La vida deseamos vivirla con intensidad, hacemos planes para que nuestro futuro se parezca a eso que hemos vivido en nuestros sueños, nos sentamos a programarla, vamos descartando con el tiempo a todo aquel que no es digno de llevarlo en nuestro viaje, pero de repente somos víctimas de nuestra propia fragilidad y nuestros temores nos abrazan,  todos nos encontramos en el mismo nivel, y todos sin importar edad o género somos indefensos.

Ahora queda la esperanza de que este susto prolongado, consecuencia una vez más de la costumbre de nuestras instituciones de prolongar examenes y por tanto resultados, no pase a ser solamente un mal sueño, un mal recuerdo y que deje como resultado únicamente un eterno agradecimiento porque ya haya pasado.

Buenas Noches Señor X

Vuelvo hoy de un funeral, del funeral del señor X,  quién ahora descansa, sencillamente sin la tortura de sus amnesias profundas, y sobre todo de los malestares que provocaban dichos olvidos en las personas que lo rodeaban y hoy lloraron su partida, su memoria empezó a fallar hacia ya mucho tiempo atrás, pero su presente.. pero su presente...,  simplemente el pasado era un lugar mejor en el cual vivir, y a ese lugar era al que quería volver.
Sus últimos días los pasó en un asilo, en un lugar al que fue depositado por quienes hoy lo recordarán por toda una vida, por quienes a pesar de su impaciencia no estaban preparados para su ida, para su adiós.

Ahora continuamos nosotros en este camino sin dirección, en esta sociedad cada vez mas des-asociada, en este mundo donde las arrugas provocan asco en quien no las tiene, nosotros continuamos con la condena de la vida, condena porque en el camino de la búsqueda de la felicidad nos desviamos sin razón, y cuando encontramos lo que buscabamos cambiamos de objetivo, haciendolo algo imposible.  Usted la encontró pero no la supieron comprender, concluyeron de esa manera que su cordura se había desgarrado.

Descanse señor X que la vida nos tocará ahora a nosotros seguirla, y nos tocará a nosotros envidiar en algún momento su enfermedad del olvido.

 Reposando se encuentra ya, unos cuantos metros debajo de la tierra sin ser esta vez castigado por su actuación involuntaria, sin poder escuchar por fin todos esos insultos que fue víctima por tan sólo envejecer.

Buenas Noches señor X, que descanse en paz.

El aguacero caía sobre un rostro ya decaído, eran gotas de recuerdos de temores antiguos, pero recuerdos que hacen sentirlos como vivos. 
Esa noche encontré a un poeta, escritor desdichado, perdido entre letras, enloquecido por encontrar la perfección,  un escritor que reune todas las musas.

Unas horas mas tarde fui asaltada por el reconocimiento de dos almas en constantes luchas


  " si logras el poema perfecto nos quedaríamos sin el resto de poemas que provocan las imperefecciones, nos quedaríamos sin que leer, todo por alcanzar la perfección" le dije.

Sólo por hoy

He venido hoy a saludarlos a extenderles mis palabras por unos pequeños segundos, en vista de que deseo su aprobación, deseo que permitan decir las cosas como son, deseo que sean oídas.
Permitanme por esta vez tragar el último sorbo del café ya frío, es el último café que probaré con la ausencia de la dulzura, es el útltimo café sin aperitivo.  Sé que mañana ya no será permitido y sé que mañana seré desarmada por otra formalidad del destino, pero algunas veces el escuchar la misma melodía hace que la lucha sea menos creíble, y que la vida se asemeje a una cama de plumas.
Este amenecer quiero que permanezca de frente hacia mi, sin decir nada, con el simple motivo de que el tiempo transcurra sin darme cuenta y sin tener pretexto para aborrecerlo.
Regaré la única rosa ya marchita de palabras y de sentidos.
Invocaré a mi único ángel ya caído.
Este anochecer deseo que se esfume y que las huellas sobre la arena permanezcan después de la marea alta.
Que las estrellas fugaces parecen iluminar la noche.
Permitanme regocijarme por esta única vez en las olas inconstantes, encontrar la firmeza en el precipio y el sueño descubrirlo en el despertar.
Seré víctima nuevamente de las ilusiones.

Sin embargo no lograrán que sus verdades me envuelvan  en el ir y venir de mis pensamientos, hoy realmente hoy , pero sobre todo sólo por hoy el roce de su olor me permitirán idear mi mundo de maravillas.

MIENTRAS MAÑANA.. mientras mañana.... ya veré ...

Giro

Me complace contarles una historia que es más de ustedes que mia, una historia que toca mas sus fibras fisicas que las mias, una historia que se subsume en un sueño, una historia que no es real.
En este carrusel continuo, donde unicamente se les permite bajarse de golpe,  somos compañeros de vuelta de pasajeros que no solicitamos, cada quien compró su tiquete, cada quien se sentó donde mejor le pareció, cada quien se entretuvo como más pudo durante el viaje.
Ustedes son victimas de roces fugaces, de caricias mundanas, y de miradas extrañas. 
Ustedes queridos amigos van girando en torno a una aguja que va marcando el tiempo, instrumento creado con la fijación de quedar eternamente atrapado en él.
Esta historia amigos fue inventada por ustedes, sus placeres los recompensan, sus felicidades los atormentan y sus tristezas los fortalecen.
En sus rostros llevan marcado su cicatriz indeleble de constantes luchas con el imaginario, sus ojos reflejan su valentia en cenizas.
Me permito recordarles que esta historia es sobre ustedes sujetos capaces de creer en su alma, en su libertad, en sus alas escondidas, de sujetos que viven su limbo en el mas aca, es sobre ustedes amigos que decidieron bajarse del carrusel, quizas victimas de un tremendo golpe hoy avanzan de pie dando vueltas alrededor de él.

Resurrección

Hoy escribo por mi
Ya no busco sábanas para diseñarte el horizonte de nuestras miradas
Ya no despierto con las nauseas que me provocaba tu olor
Ya no susurro al viendo las interrogantes de mi órgano cerebral
Ya no espero que el silencio se vea de nuevo violado por algún suspiro de ilusión.

Hoy escribo para mí
Para este ser incoherente que se encontró en un abismo entre la idea y la razón.
Para este ser que se duerme, con el deseo de ser sorprenido cuando despierte.
Que pierde el camino que lo dirige y cierra los ojos para no enterarse de la realidad.
Y le duele la piel por el roce con la brisa del alba, ese roce que se asemeja a la muerte envuelta en una ráfaga de vida y esta a su vez equivale a la miseria, al temor e irremediablemente al rencor.

Estas palabras son para mí, quien perdida, imagina estar en el lugr correcto, donde el horizonte es en vuelta en u.

Hoy despertará mi cuerpo debajo de las cobijas, buscando su olor, su calor, aquello que olvidó.
El cuerpo anestesiado por los diálogos sin sentido.

Hoy o talvez mañana será el momento de que se abran las puertas, y así descubrirá los nuevos olores, que vendrán mezclados con desdichadas fragancias, de cantos afónicos.. de silencios amargos.

Ya no buscarán su voz para inventar un pensamiento, será capaz de susurrar su desgracia y hasta quizás lo pueda pronunciar en voz alta.

Aprendí la lección y me encontraré en un rincón temblando, pidiendo una oportunidad que ya no espero alcanzar, q ya no deseo tener.

Encontraré mi arena para caminar.

Hoy será mi resurrección.

Eso fue lo que pasó

Ocurre que una vez alguien me dijo cuando leyó alguno de mis escritos (o talvez fueron varios de ellos) que debía leer más, que me faltaba técnica para que mis palabras fueran más aptas para ser leídas.
Y me encerré en los libros, buscando formas, colores, olores en cada párrafo, tratando de descubrir que me hacia falta.
Así terminé muchas de mis tardes en una biblioteca o en una hamaca disfrutando de Milan Kundera, de Papini, de Oscar Wilde, inclusive creo que alguna vez, terminé buscando mis escritos en un tal García Marquez (nunca me gustó la manera de escribir de ese autor y disculpen para todo aquel que lo admira, quizás tampoco aprendí a leer)
Y nunca encontré esa pieza que me faltaba esas letras que los demás comprendieran.
Pero es que ocurre que a veces mi día empieza cuando el sol se pone.
Y ocurre que a veces el perder 8 minutos de mi vida con un cigarrillo me hace apreciarla media hora después.
Ocurre que a veces siento que la vida es lo que vendrá, dejando pasar el hoy.
Ocurre que a veces deseo estar con aquella persona que obligué a salir hace tiempo atrás.
Ocurre que a veces los imposibles se vuelven mi meta a alcanzar.
Sucede que a veces cuando necesito de un amigo, prefiero encerrarme en las cobijas de mi cama y así despertar únicamente con mi almohada al lado.
Y al final sucedio que se me olvidó escribir.